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martes, 9 de abril de 2013
CLARA SHUMANN
Si el arte plástico ha relegado al anonimato a sus artistas femeninas el mundo de la música clásica, además de negar su existencia, ha prohibido a las mujeres dedicarse a la composición hasta fechas no muy lejanas.
La música se convertía así para la mujer en un pasatiempo reservado a las niñas bien.
De este modo, cuando el talento aparecía muchas veces era la propia mujer la que se lo negaba a si misma. Es conocida la anotación de Clara Shumann en su diario:
"Alguna vez creí que tenía talento creativo, pero he renunciado a esta idea; una mujer no debe desear componer. Ninguna ha sido capaz de hacerlo, así que ¿por qué podría esperarlo yo"
Sin embargo, Clara Shumann, de soltera Clara Wieck, fue una de las figuras más importantes del prolífico siglo XIX en lo que ha compositores e intérpretes se refiere.
Nacida en 1819 en Leipzig, cuna de J.S. Bach, fue hija del importante pedagogo musical Friedereich Wieck y de Marianne Tranlitz, una renombrada cantante y pianista.
Su padre le proporcionó una completa formación musical con los mejores maestros de su época con los que estudió piano, canto, violín, instrumentación, contrapunto y composición. Al igual que Leopold Mozart hizo con Wolfang, Wieck sometió a Clara a una estricta disciplina preparándola para ser una prestigiosa concertista.
Con su padre como agente, Clara recorrió con tan solo 11 años los principales escenarios de Europa.
En 1830 ocurriría un hecho que condicionaría su vida para siempre. Un joven pianista y compositor llamado Robert Shumann se instalaría en la casa familiar, para convertirse en el dicípulo de Friederich Weick. Aunque Clara era por entonces una niña, prontó creció entre ellos una profunda amistad que con los años se convirtió en amor romántico. Clara y Robert se casaron en 1840 a pesar de la prohibición de su padre, que aunque consideraba a Schumann un músico de innegable talento, no lo consideraba un buen partido para su hija.
Clara había empezado ya ha componer a edad muy temprana. A los 11 años compuso cuatro polonesas para piano y a los 13 años inició la composición de un concierto para piano que concluiría dos años más tarde. En su obra compositiva encontramos piezas para piano solo, lied para piano y voz, piezas de cámara, música para orquesta y música coral a capella, todas ellas de gran belleza. También colaboró con su esposo en la obra de éste, componiendo tres de las doce canciones del Op.37 de Schumann.
Sin embargo, la inseguridad que la sociedad inculcaba a género, sus ocho hijos y la grave enfermedad mental que Robert desarrolló a partir de 1854 hizo que desatendiera su labor como compositora. Aún así hay que destacar que Clara Wieck-Shumann nunca dejó su carrera como intérprete de piano, convirtiéndose junto a Liszt o Chopin en una de las grandes virtuosos que tuvo éste instrumento y consiguiendo una hazaña única para una mujer de su tiempo: desarrollar una auténtica carrera profesional como intérprete de piano que le permitió mantener económicamente a su familia.
Clara Shumann hizo más de 40 giras por todo el mundo y no dejo de dar conciertos hasta poco tiempo antes de morir en 1896.
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